ACOTAR EL EGO
EXPANDIR LA EXPRESIÓN SOCIAL
El MMM era el único en su tipo que en los ´70 promovía la participación activa del auditorio y la creación colectiva en Argentina.
Queríamos desterrar la imagen elitista del músico
y promovíamos
y promovíamos
el ingreso de la gente común
al hermético ámbito del compositor.
al hermético ámbito del compositor.
Una quimera, sin dudas. Finalmente prevaleció la creación individual.
Pero en aquel momento nuestra propuesta era osada, casi revolucionaria, por impulsar a la gente reprimida a liberar su expresividad.
En nuestros conciertos, la audiencia participaba con sus voces, tocando y reaccionando a nuestras acciones. Despertamos en algunos el deseo de expresarse creativamente.
Un espectáculo del MMM se diferenciaba de los conciertos eruditos de formato académico.
Empleados de comercio, músicos amateurs, actores, universitarios y ambulantes culturales se incorporaban al grupo conductor del MMM. Participaban de nuestras reuniones e improvisaciones.
A los críticos musicales les costaba clasificar nuestras obras porque no respondían al concepto tradicional del concierto y del compositor contemporáneos.
Algunas composiciones
tenían la estructura propia
del evento colectivo o happening.
tenían la estructura propia
del evento colectivo o happening.
OBERTURA 21 y 21
Nos atrevimos a anunciar un concierto en el Teatro San Martín, llamado “Obertura 21 y 21” (1973) Todo lo que allí sucedió esa noche fue pura improvisación. Nos habíamos juramentado subir al escenario a las
21, 21 Hs.
sin anticipar, ni siquiera entre nosotros, lo qué íbamos a hacer, traer, tocar o decir.
Mientras la audiencia percibía un espectáculo sincronizado, nosotros nos sorprendíamos a cada momento al descubrir las sorpresas aportadas por cada compañero.
Uno había decidido tocar el saxofón. A otro se le ocurrió serruchar una silla. Otro trajo un gramófono donde sonaba una clase de inglés en un disco de vinilo de 78 rpm.
Todo al mismo tiempo. Sin dudas, habíamos traspasado la línea convencional del arte y proponíamos la subversión cultural de costumbres y contenidos.
Adquirimos capacidad para vincular
el sonido con la acción.
Nuestras improvisaciones
se transformaron en
acciones musicales.
el sonido con la acción.
Nuestras improvisaciones
se transformaron en
acciones musicales.
Aplicamos estas técnicas en obras colectivas
como “Injerto” y “Atención, Toque de Silencio”
PLAZA PARA UNA SIESTA DE DOMINGO
Evento al aire libre
Obtuvimos el plano catastral de la plaza y compusimos una mega coreografía para seis músicos (saxo, flauta, bombo, acordeón, charango, clarinete.) y el público asistente. Cumpliendo un recorrido sincronizado, los seis músicos debían llegar hasta el centro de la Plaza, donde se había instalado una estructura de caños que simulaba ser una jaula.
Dentro de la jaula estaba yo con un micrófono transmitiendo órdenes a los músicos y al público, que escuchaban por parlantes instalados alrededor de la plaza.
Un grupo de promotoras regaló al público silbatos de distinta frecuencia. Cada silbato llevaba adherido un sticker escrito con uno de los seis patterns de ejecución :
( . . . . ) ( . . __ . . __ ) ( - - - ..– ) etc.
Cada instrumentista lideraba un pattern. Los Comunicados invitaban al público a encontrar al músico que tocase el pattern similar al de su silbato, y recorrer juntos los senderos hacia la jaula.
Mucha gente se movilizó para encontrar a su músico líder o se sumó a la caravana cuando vio a un grupo pasar.
Desde la jaula. yo los hacía avanzar, girar o detenerse, según la macro coreografía que habíamos planificado. Las caravanas se cruzaban. El resultado final fue sorprendente. Desde la jaula podía observarse la llegaba de cada grupo con su músico líder a la cabeza. Todos los asistentes se aglutinaron alrededor de la jaula, los músicos entraron e iniciamos una free session.
ATENCION, TOQUE DE SILENCIO
Fue nuestro espectáculo más maduro y duradero.
Logramos ensamblar música, acción teatral, danza y expresión vocal en juegos escénicos con nuestro bizarro e informal.
Acotación al margen
El MMM no logró todos sus objetivos. El sueño de crear una comunidad de creativos amateurs no pudo concretarse. Las obras terminaron teniendo la autoría de unos pocos. El principal aporte de obras fue de Roque de Pedro y mío.
También se estrenaron obras personales o grupales de Guillermo Gregorio, Adrián Barcesat, Ramiro Larraín, Oscar Jaureguiberry, Jorge Laborde, Francisco Fiore, Leone Sonnino, Aldo Moreno, Fernando Laratro, Alex Tiscornia, y algunos más que me estoy olvidando....
Muchos otros participaron de las improvisaciones, grupos corales y organización de eventos.
Sin duda produjimos espuma efervescente y logramos avivar el fuego de la libertad interior.
Nuestra audiencia era mayoritariamente juvenil. Todavía hoy recibo mensajes de algunos ex alumnos que agradecen la influencia que tuvimos en sus vidas.
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